Lo primero cuando se rompe una relación es tener clara la diferencia que hay entre divorcio y separación: con la separación termina la vida en común sin romperse el vínculo matrimonial, es decir, sigues estando casado/a, mientras que con el divorcio además de cesar la vida en común, el vínculo matrimonial se rompe y dejas de estar casado.  

¿Qué sucede si una de las dos partes no quiere divorciarse? Da lo mismo, nada va a impedir que si tú te quieres separar o divorciar lo consigas. La Ley es muy clara: nadie está obligado a seguir conviviendo con quien no quiere.

El divorcio y separación se pueden plantear de mutuo acuerdo o por la vía contenciosa. La primera vía es la mejor, porque todo se reduce a firmar un acuerdo en el que quede regulado todo (hijos, vivienda familiar, pensiones, reparto de bienes, etc.) y que se aprueba por el Juez en una sentencia sin necesidad de hacer ningún juicio. Además es un trámite muy rápido y económico.

La segunda vía siempre es más costosa en tiempo, dinero y en desgaste personal pues exige celebrar un juicio y que en caso de hijos menores de edad, que tengan que pasar por una entrevista con el equipo psicosocial del juzgado.

Si estás en esta situación, sea cual sea tu casuística, contacta conmigo y te asesoraré en todo el proceso, los pasos a seguir y cómo hacerlo de la manera más económica posible y que te desgaste lo mínimo personalmente.